La Universidad de Alicante y FECO – España llevan organizando desde hace ya una década sus Muestras de Humor Social reuniendo a numerosos dibujantes españoles en exposiciones y catálogos. La convocatoria viene acompañada desde 2003 por la concesión del Premio Notario de Humor que en este 2010 ha recaído en el citado José Sanchis y en Joaquim Aubert “Kim”, padre del conocido personaje Martínez el Facha que aparece desde tiempos inmemoriales en la revista “El Jueves”.
Además del citado Varona, a la entrega del Premio acudieron varios destacados humoristas gráficos y dibujantes como Lamber, Sebas Gil, “Harca” o José Lanzón, junto al periodista y agitador cultural Antonio Busquets, autor del único libro publicado sobre Sanchis y de una magna exposición que se pudo disfrutar a finales de los años noventa en el Museo de Etnología de Valencia y que posteriormente recorrió diversas poblaciones de la Comunidad Valenciana.
Pumby, el Gatito Feliz
El Gato Felix, el Gato Fritz, la Gata Loca, Garfield… el universo de los cómics ha estado poblado desde sus orígenes por un sinfín de felinos que nos han hecho reir, llorar y, hasta pensar, a varias generaciones de lectores. Pero a los niños españoles nacidos entre 1950 y principios de la década de los setenta, el minino que realmente nos hizo soñar y viajar a una fantasía infinita de magia, humor y color, no ha sido otro que Pumby, el Gatito Feliz, una creación de Josep Sanchis Grau para la Editorial Valenciana, una serie que pertenece por antonomasia a la memoria colectiva de la sociedad española.
La Editorial Valenciana fue fundada en los años treinta por Juan Puerto Vañó, con héroes legendarios como Roberto Alcázar y Pedrín o El Guerrero del Antifaz. Sería esta misma empresa la que, desde su calle del Papa Calixto III, arroparía las aventuras de Pumby, junto a toda una legión de personajes en una interminable lista de cabeceras, hasta su cierre definitivo a mediados de los ochenta.
Puerto, junto a José Soriano Izquierdo, dibujante de la casa para la que ejercería de director artístico durante buena parte de su existencia, sacaron a la calle obras de muy diversa temática, formato y contenido. Entre los cuadernos cómicos que continuamente cambiaban de título o permutaban las leyendas que ofrecían en sus portadas, apareció “Jaimito”, que junto a “Pumby” y “Mariló”, serían los estandartes cómicos de la casa. En todos ellos se daría a conocer José Sanchis, dotado de una facilidad innata para el dibujo y el humor.
Nuestro gato apareció por primera vez en el número 260 del seminal “Jaimito” con una historieta que concluía con un sencillo gag visual y que, por lo visto, gustó lo suficiente para que el personaje poseyera colección propia al poco tiempo. Así, unos meses después, en abril de 1955, su nombre encabezaría y daría título a una de las mejores, quizás la mejor, revista humorística para niños de la historia del tebeo español. Calidad y popularidad no estaban reñidas en esta ocasión y el éxito que acompañaría a la publicación durante décadas fue más que merecido. Como lo fue la concesión de Premio Nacional en 1963, 1966 y 1975 a la mejor publicación infantil en España.
El Gato Felix, el Gato Fritz, la Gata Loca, Garfield… el universo de los cómics ha estado poblado desde sus orígenes por un sinfín de felinos que nos han hecho reir, llorar y, hasta pensar, a varias generaciones de lectores. Pero a los niños españoles nacidos entre 1950 y principios de la década de los setenta, el minino que realmente nos hizo soñar y viajar a una fantasía infinita de magia, humor y color, no ha sido otro que Pumby, el Gatito Feliz, una creación de Josep Sanchis Grau para la Editorial Valenciana, una serie que pertenece por antonomasia a la memoria colectiva de la sociedad española.
La Editorial Valenciana fue fundada en los años treinta por Juan Puerto Vañó, con héroes legendarios como Roberto Alcázar y Pedrín o El Guerrero del Antifaz. Sería esta misma empresa la que, desde su calle del Papa Calixto III, arroparía las aventuras de Pumby, junto a toda una legión de personajes en una interminable lista de cabeceras, hasta su cierre definitivo a mediados de los ochenta.
Puerto, junto a José Soriano Izquierdo, dibujante de la casa para la que ejercería de director artístico durante buena parte de su existencia, sacaron a la calle obras de muy diversa temática, formato y contenido. Entre los cuadernos cómicos que continuamente cambiaban de título o permutaban las leyendas que ofrecían en sus portadas, apareció “Jaimito”, que junto a “Pumby” y “Mariló”, serían los estandartes cómicos de la casa. En todos ellos se daría a conocer José Sanchis, dotado de una facilidad innata para el dibujo y el humor.
Nuestro gato apareció por primera vez en el número 260 del seminal “Jaimito” con una historieta que concluía con un sencillo gag visual y que, por lo visto, gustó lo suficiente para que el personaje poseyera colección propia al poco tiempo. Así, unos meses después, en abril de 1955, su nombre encabezaría y daría título a una de las mejores, quizás la mejor, revista humorística para niños de la historia del tebeo español. Calidad y popularidad no estaban reñidas en esta ocasión y el éxito que acompañaría a la publicación durante décadas fue más que merecido. Como lo fue la concesión de Premio Nacional en 1963, 1966 y 1975 a la mejor publicación infantil en España.
Sanchis, junto a genios del humor y de la historieta como Liceras, Castillo, Cerdán, Grema, Carbó, Karpa, Nin, Palop, Edgar, Lanzón o Rojas de la Cámara y personajes y series tan carismáticos como Payasete, Fu-Chinin, Peluca, La Alegre Tripulación del Barquito Cascarón, Caperucita Encarnada, El Corral, Plumita, Trompy, Ivanchito y Barbudín, por citar tan solo una pequeña lista de los más asiduos en la publicación, se merecían esos galardones aunque durante décadas ya tuvieran el aplauso y el apoyo de varias generaciones de niños para los que siempre fueron unos fieles amigos.
Fantasía sin límites
Josep Sanchis Grau nació en la ciudad de Valencia el 19 de Junio de 1932. A los doce años entró en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios. No tardaría muchos años en hacer llegar a través de un amigo de su padre, algunas muestras a la Editorial Valenciana, que, junto a sus colaboraciones en el célebre Taco Myrga, constituyó el inicio de su carrera con personajes tan inolvidables como el dinámico Soldadito Pepe, el cascarrabias Mago de Coz, Sandokancio, el Capitán Mostachete, Record Boy o ya para la Editorial Bruguera, el simpático Robin Robot. Pero sería sobre todo en las aventuras de su conocido minino donde la explosión de creatividad del autor se plasmaría más patente y longeva.
Ya sea en aventuras breves o de “continuará”, a blanco y negro, a dos tintas o en color, Pumby siempre se nos aparecerá alegre y feliz. Será el portador de la amistad y la paz allá donde vaya, rescatando princesas, perdonando al enemigo y convirtiéndose en un verdadero héroe. Pero, ante todo, buscando y encontrando la complicidad del joven lector que descubrirá en sus aventuras, además, un pórtico para la ensoñación y la imaginación.
Aunque afirmemos que en las miles de páginas protagonizadas por Pumby y sus compañeros se siguen los esquemas de la fábula maravillosa, acertaremos al añadir que Sanchis lleva mucho más lejos su obra, partiendo de un onirismo absurdo y libre para indagar en los límites de la fantasía y producir un inteligente estudio de esa ensoñación infantil con la libertad de actuación que ofrece a sus personajes, ya exentos de cualquier atadura que la mente humana del autor pueda constreñirles.
Con un grafismo eficaz, en el que todo es llamativo en colores y formas, la mayor originalidad de las aventuras de Pumby se vuelca en las estrictamente fantásticas, con universos inverosímiles poblados por los seres y objetos más insospechados, pertenecientes a mil y un microcosmos por los que se moverán sus protagonistas con total impunidad. Podríamos hablar largo y tendido igualmente de la vistosidad plástica de las cubiertas protagonizadas por Pumby, o de los geniales logros visuales que fue volcando a lo largo de los treinta años de existencia del personaje, con ese absoluto dominio del ritmo cinematográfico que impregna a sus aventuras siempre moldeadas por el humor y elementos entresacados del relato maravilloso y del cuento.
Fantasía sin límites
Josep Sanchis Grau nació en la ciudad de Valencia el 19 de Junio de 1932. A los doce años entró en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios. No tardaría muchos años en hacer llegar a través de un amigo de su padre, algunas muestras a la Editorial Valenciana, que, junto a sus colaboraciones en el célebre Taco Myrga, constituyó el inicio de su carrera con personajes tan inolvidables como el dinámico Soldadito Pepe, el cascarrabias Mago de Coz, Sandokancio, el Capitán Mostachete, Record Boy o ya para la Editorial Bruguera, el simpático Robin Robot. Pero sería sobre todo en las aventuras de su conocido minino donde la explosión de creatividad del autor se plasmaría más patente y longeva.
Ya sea en aventuras breves o de “continuará”, a blanco y negro, a dos tintas o en color, Pumby siempre se nos aparecerá alegre y feliz. Será el portador de la amistad y la paz allá donde vaya, rescatando princesas, perdonando al enemigo y convirtiéndose en un verdadero héroe. Pero, ante todo, buscando y encontrando la complicidad del joven lector que descubrirá en sus aventuras, además, un pórtico para la ensoñación y la imaginación.
Aunque afirmemos que en las miles de páginas protagonizadas por Pumby y sus compañeros se siguen los esquemas de la fábula maravillosa, acertaremos al añadir que Sanchis lleva mucho más lejos su obra, partiendo de un onirismo absurdo y libre para indagar en los límites de la fantasía y producir un inteligente estudio de esa ensoñación infantil con la libertad de actuación que ofrece a sus personajes, ya exentos de cualquier atadura que la mente humana del autor pueda constreñirles.
Con un grafismo eficaz, en el que todo es llamativo en colores y formas, la mayor originalidad de las aventuras de Pumby se vuelca en las estrictamente fantásticas, con universos inverosímiles poblados por los seres y objetos más insospechados, pertenecientes a mil y un microcosmos por los que se moverán sus protagonistas con total impunidad. Podríamos hablar largo y tendido igualmente de la vistosidad plástica de las cubiertas protagonizadas por Pumby, o de los geniales logros visuales que fue volcando a lo largo de los treinta años de existencia del personaje, con ese absoluto dominio del ritmo cinematográfico que impregna a sus aventuras siempre moldeadas por el humor y elementos entresacados del relato maravilloso y del cuento.
El uso de la trepidante acción, del gag y la difícil sencillez con que aborda cada uno de los temas que toca, cualquiera de las increíbles hazañas argumentales a las que somete a sus personajes, son otras de las claves del éxito de la obra de este autor, y de sus planchas bordadas con una riqueza plástica que rozaría la perfección en cuanto a diseño de paisajes, concatenación de viñetas y un largo etcétera de logros visuales.
Nos negamos, aquí y ahora, a citar el título de una sola de las aventuras de Pumby, ya sea cualquiera de las ambientadas en mundos irreales o protagonizadas por su alter ego super heroico, como la más doméstica hazaña que realizara junto a sus inseparables Blanquita o el Profesor Chivete en la idílica Villa Rabitos, base de operaciones de su particular universo animalizado. Nuestra recomendación no puede ser otra que, aquellos afortunados que atesoren en sus propias colecciones parte de la magna obra de José Sanchis, que la revisen, o, simplemente, que la vuelvan a leer con los ojos de un niño de diez años o de cuarenta… no importa… seguro que después de hacerlo aplaudirán, como aplaudimos nosotros el pasado cuatro de junio, la concesión de este Premio a este genio del humor y del arte llamado José Sanchis.
Nos negamos, aquí y ahora, a citar el título de una sola de las aventuras de Pumby, ya sea cualquiera de las ambientadas en mundos irreales o protagonizadas por su alter ego super heroico, como la más doméstica hazaña que realizara junto a sus inseparables Blanquita o el Profesor Chivete en la idílica Villa Rabitos, base de operaciones de su particular universo animalizado. Nuestra recomendación no puede ser otra que, aquellos afortunados que atesoren en sus propias colecciones parte de la magna obra de José Sanchis, que la revisen, o, simplemente, que la vuelvan a leer con los ojos de un niño de diez años o de cuarenta… no importa… seguro que después de hacerlo aplaudirán, como aplaudimos nosotros el pasado cuatro de junio, la concesión de este Premio a este genio del humor y del arte llamado José Sanchis.
Antonio Busquets(…con cariño para La Estantería de Sebas y enorme gratitud hacia José Sanchis…)
Gracias al amigo Busquets por dedicarnos su tiempo en esta entrada. Si hay una persona que conozca perfectamente la obra de José Sanchis, ese eres tu.
Un gran escrito del amigo Busquets, y emotivo, que nos hace recordar el trabajo de Sanchis que será imperecedero.
ResponderEliminarHa sido un placer... y todo un honor que me hayas invitado a ocupar un pequeño estante de esta tu casa...
ResponderEliminarsaludos
Mi admiración al maestro Sanchis por todos los buenos momentos que he pasado con su obra.
ResponderEliminarNo tengo palabras...Estoy realmente emocionado por el artículo y las fotos. Enviad un fuerte abrazo para el fabricante de mis sueños infantiles.
ResponderEliminarAunque reconozco que nunca fui muy fan de Pumby. Sanchis es otro montruo del cómic.Una muy buena entrada.
ResponderEliminarPara mi este señor marco un antes y despues en mi vida. lo lei al tiempo que los mortadelos, y pese a la mallor antiguadad de su obra. era muchisimo más magica. Me alegro por el sincero homenaje brindado. Abrazos
ResponderEliminarFantastico homenaje a uno de nuestros mitos vivos de los tebeos, un reconocimiento a las personas que lo habeis efectuado. Viva Pumby
ResponderEliminarCARLOS, ANTONIO BUSQUETS, PEPE PALMA, CORSARIO, TARADETE, AN, REBOTE, sin duda un premio y un homenaje merecido para este dibujante q tanta ilusión ha repartido a lo largo de su dilatada carrera. Y q sigue contando con la admiración de muchos de los q crecimos con sus tebeos.
ResponderEliminarFELICIDADES MAESTRO!!!!
Visitaste mi blog cuando publiqué sobre Pumby y José Sanchís y ahora me emocionas con este homenaje. Gracias. He puesto un link sobre esta entrada en el lateral del blog y tengo el tuyo enlazado a mis enlaces de blogs, si te parece bien, un saludo de nuevo, Pepe, de "Mi Logroño de Cristal"
ResponderEliminarPEPE, me parece genial. Fue una visita muy emotiva, organizada por el dibujante José María Varona "Che".
ResponderEliminarSaludos